Departamento de Historia
y Ciencias Sociales
2do Medio
CIVILIZACIONES PRECOLOMBINAS
LOS MAYAS
Los mayas fueron una de las primeras civilizaciones precolombinas. Se desarrollaron desde el año 300 hasta el 1400 de nuestra era. Ellos habitaban lo que hoy es la Península de Yucatán, el Istmo de Tehuantepec, Guatemala y Belice.
Su arte fue tan extaordinario en sus obras monumentales, cuyo ejemplo es la pirámide de Tikal, como en las delicadas artesanías de barro y oro. Otras grandes ciudades fueron las ciudades de Chichén Itzá, Palenque y Tullum.
El comercio, facilitado por un notable sistema de carreras fue una de sus actividades más importantes. También, el cultivo de la tierra. Los cultivos principales eran de maíz, frijol, ají, zapallo, tomate, mandioca.
Los mayas adoraban muchos dioses, eran politeístas; Chac, dios de la lluvia; Itzamo, dios del cielo; Ixchel, de la luna, etc. Los dioses también tenían sus ceremonias rituales, como por ejemplo, las de los sacrificios humanos. En su mayoría sacrificaban a esclavos. Algunos dioses eran buenos y otros nefastos, y regían su vida cotidiana.
La sociedad
Los mayas no integraron un Estado centralizado. Toda ciudad constituía un núcleo político independiente dirigido por un jefe absoluto, llamado «halach uinic», que ejercía su cargo con carácter hereditario asistido por un consejo de nobles y sacerdotes y por los «batab», que gobernaban los territorios provinciales.
La sociedad se caracterizó por una estricta división social entre:
• La nobleza, que constituía el estamento del que provenían funcionarios y sacerdotes
• Los comerciantes, que gozaban de determinados privilegios
• Los artesanos y campesinos, integrados al segundo grupo
• Los esclavos, reclutados entre los prisioneros de guerra o los condenados por delitos graves.
Los mayas realizaban sacrificios cotidianamente. Se hacían por decisión del sacerdote, máxima autoridad, para venerar a los dioses. Los consistentes en ahogar hombres, mujeres y niños en los estanques sagrados servían para evitar las grandes calamidades y las intensas sequías.
Este pueblo tenía un sistema de escritura basado en jeroglíficos. Los hacían a mano, con pinceles, y utilizando tintas de varios colores. Así realizaron libros o códices, utilizando un papel muy fino hecho con corteza de árbol en forma de tiras. Inventaron un sistema de numeración sobre la base de puntos y barras. Y, lo que es más llamativo, habían inventado el cero.
Historia
La civilización maya abarca dos períodos históricos bien definidos:
1. Imperio antiguo (siglos IV al X), que se extiende al sur de México, en Guatemala y Honduras
2. Imperio nuevo (siglos X al XV), centralizado en la península de Yucatán.
La cultura maya fue en decadencia a partir del 900. Al respecto se han emitido distintas hipótesis: cambios de clima, terremotos, epidemias, invasiones extranjeras, enfrentamientos internos, etc.
LOS AZTECAS
Los aztecas fueron los últimos en llegar a la región de la meseta central de México. Ellos fundaron la capital de su civilización, Tenochtitlán, hacia el año 1325 de nuestra era.
Tenochtitlán estaba ubicada en una isla, en medio de los lagos que ocupaban en esa época el centro del Valle de México. A su alrededor, los aztecas habían hecho un sistema de diques y canales para evitar inundaciones.
Desde 1376 -fecha de la elección del primer monarca azteca- hasta 1520 -en que se produce la guerra con los conquistadores- este pueblo aumentó su dominio en la región sobre la base de una confederación integrada por tres ciudades: Tenochtitlán, Texcoco y Tacuba, cuyo poderío se extendió por el centro, sur y parte del este del actual territorio mexicano.
En la época de su último jefe, Moctezuma (1502-1520), los aztecas llegaron a su máximo esplendor. Sin embargo no eran una nación en el sentido moderno de la palabra: faltaba una verdadera unidad cultural, lingüística y social. Dentro del imperio, los pueblos sometidos debían pagar fuertes tributos, las sublevaciones eran frecuentes y el estado de guerra casi permanente.
El monarca («tlacatecuhtli», señor de hombres o de guerreros) era elegido por un consejo de grandes señores. Como jefe supremo ejercía funciones militares, civiles y religiosas, pero su cargo no era hereditario.
La sociedad
Estaba dividida fundamentalmente en dos estratos: los sacerdotes y los nobles, por un lado, y por el otro, los plebeyos. En el medio, se encontraban los artesanos y comerciantes. La unidad social más pequeña era la familia.
Varias familias formaban un «calpulli», que era una organización fundamental para la producción. La estructura social de la ciudad se sustentaba en 20 «calpulli», cada uno de los cuales elegía un jefe o «calpullec», cuya función consistía en proteger y defender su jurisdicción y en mantener al día el registro de las tierras pertenecientes al calpulli.
Otro importante funcionario, el «tecuhtli» era el encargado de dirigir las tareas policiales y el reclutamiento de los futuros guerreros, en tanto un sacerdote atendía todo lo relacionado con el culto religioso. Existía además un consejo de ancianos que asesoraba al calpullec.
Fue la cultura prehispánica que alcanzó mayor poderío económico y militar. La agricultura fue su actividad económica fundamental y el maíz, su alimento básico. La religión junto con la guerra fueron los pilares fundamentales de su brillante imperio.
Los mercados constituían grandes centros de intercambios. En ellos se concentraba toda la producción, a tal punto que su gran variedad, riqueza y colorido impresionaron vivamente a los conquistadores españoles cuando arribaron a Tenochtitlán.
La religión
Los aztecas adoraban a numerosos dioses. Eran politeístas, al igual que los mayas. En los dioses veían reflejadas sus ideas sobre la vida y los fenómenos naturales. Entre los más populares e importantes se encuentran el dios del Sol, Tonatiuh, y Meztli, la Luna; Huitzilopochtli, colibrí zurdo, dios principal de Tenochtitlán y deidad de la guerra; Quetzalcóatl, serpiente emplumnada, dios de los vientos.
Los aztecas tenían dos tipos de calendarios; uno se basaba en los movimientos del sol y se usaba para ordenar la agricultura. Tenía 365 días como el nuestro. El otro era un calendario ritual mágico y sagrado y según parece se guiaba por los movimientos de Venus.
Los templos se construían para adorar a los dioses. Estaban ubicados en el centro de la ciudad, frente al palacio real. Estaban hechos de piedra y argamasa, y cubiertos por fuera con figuras talladas en forma de pirámides con la cima plana. Cada 52 años se cumplía un ciclo del calendario azteca; con esa frecuencia ellos le agregaban a los templos principales una capa más y volvían a encender el fuego nuevo de la ciudad.
Los sacrificios
Al creer que los dioses regían las fuerzas universales era preciso que el hombre participara entregando su sangre como alimento de la divinidad a manera de compensación.
El sacrificio más común que efectuaban los sacerdotes, consistía en arrancar el corazón a la víctima, cuya carne después era comida. Había épocas consagradas a la inmolación de niños y mancebos. Se ofrendaban víctimas para solicitar de los dioses lluvias, buenas cosechas u otros beneficios considerados divinos.
LOS INCAS
Es muy difícil definir qué es mito y qué es historia en el origen de la civilización inca. Los cronistas hablan de la sucesión de trece emperadores, cuyas conquistas construyeron un imperio formidable que, a la llegada de los españoles, abarcaba los actuales territorios de Perú, Ecuador, Bolivia, el norte de Chile y el noroeste de Argentina.
Una de las leyendas más difundidas ubica el origen de los incas en Paccartambo, población cercana a Cuzco, de donde habían salido cuatro hermanos, hijos del Sol: Manco Capac, Ayar Auca, Ayar Cachi y Ayar Uchu.
El mito relata las hazañas de Ayar Cachi, tan hábil con la honda que con cada piedra que tiraba podía derribar una montaña o hacer un valle. Sus hermanos, envidiosos, lo encerraron para siempre. Finalmente sólo quedó Manco Capac, pues los otros dos se convirtieron en ídolos de piedra.
Manco, junto con su esposa y hermana Mama Ocllo, se detuvo en Cuzco, y en el lugar donde la fertilidad de la tierra permitió hundir un bastón de oro, construyó su casa, reservó el lugar para el futuro templo del Sol y creó la estirpe de los «incas», descendientes directos de Inti, el dios Sol.
La historia ha podido reconstruir aproximadamente los acontecimientos a partir de la llegada al trono del noveno de los 13 soberanos que sucedieron a Manco Capac: Pacachuti Yupanqui, que gobernó entre 1438 y 1471. De éste hasta su bisnieto Atahualpa
(último monarca, muerto por orden del conquistador español Francisco Pizarro en 1533), pasó un siglo, del que los cronistas españoles pudieron recoger numerosos relatos y tradiciones que permitieron luego saber cómo vivían los incas, cuáles eran sus costumbres y creencias.
La organización política
El término «incas» con el se designa a este pueblo ha perdido su sentido originario. «Inca» era el título del soberano del imperio que, por extensión, podía ser conferido a los miembros de su familia.
Como jefe absoluto del imperio, el Inca poseía poderes ilimitados: legislaba, era sumo sacerdote y comandante de sus ejércitos. Como descendiente del Sol, su persona era sagrada y ante él se debía estar descalzo en señal de sumisión. Su mujer principal era elegida entre sus hermanas y su rango era semejante al del soberano. Acompañaban al Inca, además de sus esposas y concubinas, todos sus parientes y los miembros de la alta nobleza. Su heredero era aquél de sus hijos a quien él considerase más capaz para el cargo, lo que provocaba luchas e intrigas entre los rivales en la sucesión.
Cultivar en la ladera de una montaña resultaba muy complicado, pero los incas lo resolvieron mediante enormes terrazas, con paredones de piedra, para retener el agua que llegaba de los arroyos a través de acequias y canales.
La base de la organización social era el «ayllu»: una comunidad de familias y la tierra que compartían para vivir y sembrar. La comunidad tenía supuestamente un mismo antepasado, al que le rendían culto, y una autoridad llamada «curaca». De la tierra común se otorgaba a cada padre de familia una parcela, llamada «chakra», para su cultivo. Otra porción era trabajada entre todos y su producto destinado a los enfermos e incapacitados. Otras se reservaban al emperador y su familia.
Para su administración, el imperio se dividía en cuatro partes. La suma de todo el territorio que abarcaban se llamaba «Tahuantisuyo», que quería decir «las cuatro direcciones» y éstas eran: Chinchasuyo, que abarcaba el norte de Perú y Ecuador; Antisuyo, que se extendía desde la cordillera hacia la selva amazónica, al este; Contisuyo, desde la cordillera hacia la costa, en el oeste; Collasuyo, que incluía el sur del Perú, parte de Chile y Bolivia y el extremo noroeste argentino.
Estas grandes regiones se dividían a su vez en «humanis» o provincias, y cada humani en varias «sayas», que a su vez se componían de ayllus.
La organización económica
En el imperio incaico no se conocía la moneda, ni los impuestos. Pero los campesinos estaban organizados para cultivar, en días prefijados, las tierras del Sol y del Inca.
También existía un régimen especial, llamado «mita» por el cual todos los hombres que tuvieran entre 25 y 50 años debían servir durante un cierto período al Estado, construyendo caminos, edificios, o trabajando en las minas.
Las comunidades rurales prosperaron debido a la práctica de la agricultura y la ganadería. Muchas eran las especies vegetales cultivadas para la alimentación, pero también para la medicina y para la industria (por ejemplo, para producir tinturas). Se hacían experimentos para producir nuevas variedades de algunos cultivos. Así, alcanzaron a tener 70 variedades de papa o cerca de 30 de maíz. Otros cultivos importantes eran la calabaza, el frijol, la batata, el pimiento, el maní, la coca.
La domesticación de la llama y la alpaca dieron un carácter único a la civilización incaica. La llama fue usada como animal de carga y alimento, y la alpaca, por su espeso pelo, para la industria textil. También cazaban vicuñas, con cuya lana elaboraban finos tejidos. Para la construcción de palacios, templos y otros edificios utilizaban grandes bloques de piedra, tallados y encajados. Las ruinas más famosas que se conservan son Macchu Picchu y la fortaleza de Sacsahuamán.
Los incas no escribían pero tenían un método para registrar datos, por medio de un «quipu»: una soguita de la que colgaban varios hilos. Con ellos se hacían nudos de distintos tamaños y colores que, según su ubicación, tenían significados diferentes.
Cuando llegaron los españoles, el imperio ocupaba más de tres millones de kilómetros cuadrados y lo habitaban entre 11 y 12 millones de personas.
La sociedad
La sociedad incaica presentaba grandes diferencias entre sus miembros. La nobleza estaba integrada por los familiares del Inca y los altos funcionarios del imperio. Constituían un grupo privilegiado cuyos miembros fueron llamados «orejones» por los españoles pues tenían las orejas deformadas por el peso de lujosos colgantes.
Los sacerdotes también constituían un sector privilegiado. A la cabeza de ellos se hallaba el «ruillac-umu», generalmente pariente cercano del Inca. Luego, en línea jerárquica, se encontraban los adivinos o «achic», los confesores o «ichori» y los magos.
Los artesanos y contadores gozaban de algunas facilidades. Los más aptos se desprendían de su ayllu y pasaban a depender directamente del Inca.
Los hombres adultos que tenían a su cargo el cultivo de la tierra, el cuidado del ganado constituían los «puric». Por debajo de los puric se hallaban los «yanaconas», clase de sirvientes hereditarios muy próximos a la esclavitud, e integrada por descendientes de pueblos rebeldes y de aquellos que habían cometido un delito grave.
La religión
Los incas, al igual que los demás pueblos precolombinos, eran politeístas. A sus dioses les atribuían forma y comportamiento humanos: se casaban, se peleaban, se amigaban. El más importante era Huiracocha, dios creador. Los dioses principales tenían que ver con fuerzas poderosas como la lluvia, el rayo o la tierra. Se les daba distintas ofrendas, según qué se pedía y a cual dios se formulaba el pedido.
sábado, 19 de abril de 2008
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2 comentarios:
profe, esta bueno el material, me lo lei todo, pero mande material de las culturas de Chile, y especialmete de los Araucanos, en la PSU de Historia, gracias por todo...is coming...
Jorge Escudero
```...en la PSU de historia preguntan bastante de los mapuches...´´ me faltó agragarle eso a mi comentario anterior.
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